Cómo elegir el recuperador adecuado para tu vivienda o negocio

Diferentes tipos de sistemas de recuperación de calor para distintas aplicaciones

La importancia de una selección adecuada

Elegir el sistema de recuperación de calor adecuado es una decisión crucial que determinará la eficiencia energética, el confort y la calidad del aire en tu edificio durante muchos años. Un sistema bien dimensionado y apropiado para tus necesidades específicas maximizará el ahorro energético y proporcionará el mejor retorno de inversión.

Por el contrario, un sistema mal seleccionado puede resultar en un rendimiento insuficiente, excesivo consumo eléctrico, ruido innecesario o incluso problemas de calidad del aire interior. En este artículo, analizamos los factores clave a considerar y las diferentes tecnologías disponibles para ayudarte a tomar la mejor decisión.

Factores clave para la selección

1. Caudal de aire necesario

El caudal de aire (medido en m³/h) es probablemente el parámetro más importante para dimensionar correctamente un sistema de recuperación de calor. Determina la capacidad del sistema para renovar adecuadamente el aire interior.

¿Cómo calcularlo?

Existen varios métodos para determinar el caudal necesario:

  • Método basado en la superficie: Para viviendas estándar, se suele considerar una renovación de 0,5 veces el volumen por hora. Por ejemplo, para una vivienda de 100 m² con una altura de 2,5 m (volumen de 250 m³), el caudal recomendado sería de 125 m³/h.
  • Método basado en ocupación: Se calcula multiplicando el número de ocupantes por el caudal por persona (normalmente 25-30 m³/h por persona en viviendas, 45 m³/h por persona en oficinas).
  • Método según normativa: El Código Técnico de la Edificación (CTE) establece caudales mínimos según el tipo de estancia (dormitorios, salones, cocinas, baños) que deben sumarse para obtener el caudal total.

Ejemplo de cálculo según CTE:

Para una vivienda con 3 dormitorios, 1 salón, cocina y 2 baños:

  • Dormitorios: 3 × 8 l/s = 24 l/s
  • Salón: 1 × 10 l/s = 10 l/s
  • Total impulsión: 34 l/s (122,4 m³/h)
  • Cocina: 1 × 8 l/s = 8 l/s
  • Baños: 2 × 8 l/s = 16 l/s
  • Total extracción: 24 l/s (86,4 m³/h)

Se debe seleccionar un equipo que pueda proporcionar al menos el mayor de ambos caudales (en este caso, 122,4 m³/h), aunque es recomendable añadir un margen del 10-20% para compensar pérdidas de carga y garantizar una ventilación adecuada.

Consejo profesional:

Es preferible seleccionar un equipo ligeramente sobredimensionado que pueda funcionar a menor velocidad (reduciendo ruido y consumo) que uno subdimensionado que no pueda proporcionar la ventilación necesaria.

2. Eficiencia de recuperación térmica

La eficiencia de recuperación indica qué porcentaje de la energía térmica del aire extraído se transfiere al aire fresco que entra. Es un factor crítico para el ahorro energético.

Consideraciones:

  • Los recuperadores modernos ofrecen eficiencias entre el 70% y el 95%.
  • A mayor eficiencia, mayor ahorro energético, pero también mayor coste inicial.
  • En climas extremos (muy fríos o muy calurosos), una alta eficiencia es especialmente importante.
  • La eficiencia real puede variar según las condiciones de funcionamiento (caudal, temperaturas, etc.).

La normativa europea clasifica los recuperadores según su eficiencia. Para climas fríos como el norte de España, se recomienda una eficiencia mínima del 80%. Para zonas más templadas, un 75% puede ser suficiente.

3. Nivel sonoro

El ruido es un factor frecuentemente subestimado que puede afectar significativamente al confort. Los niveles sonoros se miden en decibelios (dB) y dependen principalmente de los ventiladores y el diseño acústico del equipo.

Valores recomendados:

  • Dormitorios: Máximo 25-26 dB(A)
  • Zonas de estar: Máximo 30 dB(A)
  • Cocinas y baños: Máximo 35 dB(A)
  • Oficinas: Máximo 35-40 dB(A)

Ten en cuenta que los fabricantes suelen indicar el nivel sonoro a una distancia determinada (normalmente 1 o 3 metros) y en condiciones ideales. En la instalación real, factores como la ubicación del equipo, los conductos y las rejillas pueden modificar estos valores.

4. Consumo eléctrico

El consumo eléctrico de un sistema de recuperación de calor proviene principalmente de los ventiladores. Se expresa generalmente en vatios (W) o en eficiencia específica (Wh/m³), que indica la energía consumida por cada metro cúbico de aire movido.

Aspectos a considerar:

  • Los motores EC (electronically commutated) son significativamente más eficientes que los motores AC tradicionales.
  • La eficiencia específica recomendada es inferior a 0,45 Wh/m³.
  • El consumo aumenta exponencialmente con la velocidad, por lo que un equipo sobredimensionado que funcione a menor velocidad puede ser más eficiente.

Para una vivienda típica, el consumo anual puede variar entre 150 y 500 kWh, dependiendo del tamaño, eficiencia y uso. Este consumo es significativamente menor que el ahorro generado en calefacción y refrigeración.

5. Tipo de control

Los sistemas de control determinan cómo y cuándo funciona el recuperador, afectando directamente a su eficiencia y adaptabilidad a diferentes situaciones.

Opciones disponibles (de básica a avanzada):

  • Control manual básico: Selección manual de velocidad (baja/media/alta).
  • Control por temporizador: Permite programar diferentes velocidades según horarios.
  • Control por humedad: Ajusta automáticamente la ventilación según la humedad relativa interior.
  • Control por CO₂: Modula la ventilación según la concentración de CO₂, ideal para espacios con ocupación variable.
  • Control multisensor: Combina varios parámetros (humedad, CO₂, COVs, temperatura) para optimizar la ventilación.
  • Control inteligente: Sistemas avanzados con aprendizaje de patrones, conectividad WiFi, integración domótica, etc.

Para viviendas, un control por humedad suele ser suficiente. Para oficinas o espacios comerciales, el control por CO₂ es altamente recomendable para adaptar la ventilación a la ocupación real.

6. Espacio disponible y ubicación

Las limitaciones de espacio pueden ser determinantes en la selección del sistema. Los recuperadores varían considerablemente en tamaño y configuración.

Opciones según disponibilidad de espacio:

  • Unidades de falso techo: Diseño plano para instalación horizontal, ideal para espacios con falso techo (altura mínima necesaria: 25-35 cm).
  • Unidades verticales: Para instalación en armarios, trasteros o salas técnicas.
  • Unidades compactas de pared: Para espacios muy limitados, aunque con menor caudal y eficiencia.
  • Unidades descentralizadas: Se instalan directamente en muros exteriores, sin necesidad de conductos, ideales para rehabilitaciones.

Además del tamaño del equipo, considera el espacio necesario para conductos, aislamiento, acceso para mantenimiento y distancia a estancias sensibles al ruido.

Tipos de recuperadores y sus aplicaciones

Existen diferentes tecnologías de recuperación de calor, cada una con características específicas que la hacen más adecuada para determinadas aplicaciones:

1. Recuperadores de flujo cruzado (placas)

Características:

  • Eficiencia: 70-85%
  • Separación total entre flujos de aire (higiénico)
  • Sin partes móviles (bajo mantenimiento)
  • Posible formación de condensados en climas fríos
  • No transfieren humedad

Ideal para:

Viviendas, pequeñas oficinas, aplicaciones donde la higiene es prioritaria.

2. Recuperadores rotativos (rueda térmica)

Características:

  • Eficiencia: 80-90%
  • Pueden recuperar humedad (versiones entálpicas)
  • Menor formación de condensados
  • Posible transferencia de olores (pequeño porcentaje)
  • Requieren mantenimiento del motor y correa

Ideal para:

Edificios comerciales, oficinas grandes, espacios donde la recuperación de humedad es beneficiosa (climas muy secos).

3. Recuperadores de doble flujo con intercambiadores a contracorriente

Características:

  • Eficiencia: 85-95% (la más alta)
  • Separación total entre flujos
  • Mayor tamaño y coste que los de flujo cruzado
  • Excelente rendimiento en climas extremos

Ideal para:

Viviendas pasivas o de bajo consumo, zonas con inviernos rigurosos, aplicaciones donde la máxima eficiencia es prioritaria.

4. Recuperadores entálpicos (de membrana)

Características:

  • Eficiencia térmica: 75-85%
  • Recuperación de humedad: 60-70%
  • Previenen la sequedad excesiva en invierno
  • Membrana permeable al vapor pero no a contaminantes
  • Mayor coste que los recuperadores sensibles

Ideal para:

Climas con inviernos secos o veranos muy húmedos, viviendas con problemas de humedad, personas con sensibilidad respiratoria.

Guía de selección por tipo de edificio

Vivienda unifamiliar

Recomendaciones:

  • Tipo: Recuperador de flujo cruzado o contracorriente
  • Caudal: 0,5 renovaciones/hora (típicamente 150-300 m³/h)
  • Control: Mínimo control de humedad, idealmente multisensor
  • Ubicación: Falso techo de baños/cocina o sala técnica
  • Consideraciones: Priorizar bajo nivel sonoro, especialmente si se instala cerca de dormitorios

Apartamento

Recomendaciones:

  • Tipo: Recuperador de flujo cruzado compacto o unidades descentralizadas
  • Caudal: 80-200 m³/h según superficie
  • Control: Control básico o por humedad
  • Ubicación: Falso techo de baño o cocina, armario técnico
  • Consideraciones: Espacio limitado, minimizar ruido, facilidad de mantenimiento

Oficina pequeña/mediana

Recomendaciones:

  • Tipo: Recuperador de flujo cruzado o rotativo
  • Caudal: 45 m³/h por persona (típicamente 500-1500 m³/h)
  • Control: Por CO₂ o multisensor con programación horaria
  • Ubicación: Falso techo de zonas comunes, sala técnica
  • Consideraciones: Variabilidad de ocupación, calidad del aire prioritaria, eficiencia en horario laboral

Comercio/restaurante

Recomendaciones:

  • Tipo: Recuperador rotativo (alta capacidad) o múltiples unidades
  • Caudal: Según normativa específica (RITE) para el tipo de actividad
  • Control: Avanzado con sensores de CO₂ y VOCs, integración con otros sistemas
  • Ubicación: Sala técnica, cubierta
  • Consideraciones: Alta ocupación variable, posibles olores, integración con sistemas de climatización

Consideraciones adicionales importantes

Filtración

La calidad de los filtros determina la capacidad del sistema para eliminar partículas, polen y otros contaminantes del aire exterior:

  • Filtros básicos (G4/ISO Coarse): Protegen el equipo, eliminan partículas grandes.
  • Filtros intermedios (M5-F7/ISO ePM10-ePM1): Eliminan polen, esporas, partículas finas.
  • Filtros avanzados (F9/ISO ePM1): Capturan partículas muy finas, recomendados para zonas urbanas contaminadas o personas con alergias.

Considera la disponibilidad y coste de los filtros de recambio, así como la facilidad para sustituirlos durante el mantenimiento.

Bypass de verano

El bypass permite que, en determinadas condiciones, el aire exterior no pase por el intercambiador, evitando la recuperación cuando no es beneficiosa:

  • Esencial en climas con veranos calurosos y noches frescas (free cooling).
  • Puede ser manual, automático (por temperatura) o modulante.
  • Algunos sistemas económicos carecen de bypass, limitando su eficiencia en verano.

Protección antiheladas

En zonas con inviernos muy fríos, el intercambiador puede congelarse debido a la condensación del aire extraído:

  • Sistemas simples: Reducen temporalmente el caudal de entrada.
  • Sistemas intermedios: Incluyen bypass parcial para precalentar el aire.
  • Sistemas avanzados: Incorporan precalentadores eléctricos o sistemas geotérmicos.

Esta función es crítica en zonas donde las temperaturas descienden regularmente por debajo de 0°C.

Integración con otros sistemas

La compatibilidad con sistemas existentes o futuros puede ser determinante:

  • Integración con sistemas de climatización (aerotermia, suelo radiante).
  • Compatibilidad con sistemas domóticos (KNX, Modbus, etc.).
  • Conectividad WiFi y control mediante aplicaciones móviles.
  • Posibilidad de añadir módulos complementarios (humidificación, deshumidificación, etc.).

Proceso de selección recomendado

Para facilitar la toma de decisión, te recomendamos seguir estos pasos:

  1. Determina tus necesidades básicas: Caudal necesario, espacio disponible, presupuesto.
  2. Identifica prioridades específicas: Eficiencia, nivel sonoro, calidad de filtración, etc.
  3. Preselecciona el tipo de recuperador más adecuado para tu caso (flujo cruzado, rotativo, etc.).
  4. Compara opciones de diferentes fabricantes considerando todos los factores mencionados.
  5. Verifica la disponibilidad de servicio técnico y recambios en tu zona.
  6. Solicita asesoramiento profesional para confirmar la idoneidad de tu selección.

Importante:

El sistema más caro no siempre es el más adecuado. La clave está en encontrar el equilibrio entre prestaciones, eficiencia y adaptación a tus necesidades específicas.

Conclusión

La selección del sistema de recuperación de calor adecuado es una decisión técnica que requiere considerar múltiples factores. Aunque puede parecer complejo, este proceso es fundamental para garantizar que la inversión resulte en el máximo beneficio en términos de eficiencia energética, confort y calidad del aire.

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